sábado, 5 de marzo de 2011

Duerme.

''Soy el Caballero de la Blanca Luna, y a vos he venido a buscar''

Ven, princesa, pues tú no eres quien te hicieron creer. Hipsípila, llegó la hora de abandonar la crisálida. Sé que te envuelve la falsa seguridad de los mantos de hipocresía, pero tú misma habrás notado que es una calidez fría como la de las miradas olvidadas y la de las sonrisas rotas.

Siempre fuiste aquella que guardaba los sueños en botellitas de cristal, ya que demasiadas veces has visto a tus mariposas de aire volar para otros.

Cierra los ojos, está dentro de ti. Deja que salga aquella luz que un día encerraste, pues el tono mortecino eclipsaba los fluorescentes de las hospitalarias habitaciones. Abre las alas, siempre fuiste una golondrina enjaulada. Es hora de volar, pequeña.

No te asustes, no será fácil. No te engañaré, pero debes demostrarles y demostrarte a ti misma que tú no eres la otra, tú no eres un medio.


Cuando lo consigas, te esperará mi reino. Suéñame, bella, en tu alma quedará. Soy el Caballero de la Blanca Luna, y a vos he venido a buscar.


Sólo a vos.

4 comentarios:

Venga, no te vayas así. Delira un poco :)