domingo, 31 de julio de 2011

Delirios fugaces.

-¿Crees en los deseos de las estrellas fugaces?

-Pues no mucho, hace dos años que pedí algo y aún no se ha cumplido.

-Tal vez no lo deseaste con fuerza.

-En aquel momento sí, ya no.

-Y dime, si pudieras pedir algo ahora, ¿qué dirías?





-Que fueras real y no un producto más de mi imaginación frustrada.

miércoles, 27 de julio de 2011

Bienvenidos al Cabaret del Vicio.

-Hacía tanto tiempo que no escuchaba esa canción que ya no la recordaba.-Y después de un largo silencio, añadió.-Estaba prohibida, ¿no?.

-Algo así he oído, pero ya sabe, aquí solemos ir a lo nuestro: piernas largas y faldas cortas.

-Y una pistola en la liga, claro.

-Por supuesto. Qué gracia, si no.

-¿Cómo hacéis para subsistir? Londres se pudre ahí fuera y aquí es como si la promiscuidad fuera plato único.

-Y lo es, amigo. Pero aquí y en todas partes.-sentenció con una sonrisa envenenada.

-¿Y cómo lo hacen?, quiero decir, son los rebeldes, eliminan a las fuerzas del orden sin que nadie sospeche nada...

-Oiga, agente. No quiera saber de más. Esto está plagado de camaradas suyos, agentes de desorden. Pero..., creo que salta a la vista, señor, y usted es un hombre inteligente, que la miseria abarca por igual a ricos, ratas y putas. Tómese otra copa, dése una vuelta, conozca a las chicas, si gusta.

>>Vuelva cuando quiera al Cabaret del Vicio, pero no se vaya con esa cara... ¡Siempre puede ser la última vez que pise este bendito lugar!


Cuentan que en Broadway hay una luz rota por cada corazón...
Y aquí en Londres, las bombillas ya no lucen. Solamente hay un sitio para los renegados...



Pasen y esperen, los ideales enmascarados aún no han acabado su copa.



Basado en el bucólico Cabaret del Vicio del grandísimo Alan Moore.

martes, 26 de julio de 2011

Delirios hilvanados.

¿Alguna vez has concebido la estúpida idea de que tu mente es tan inteligente como para crear un mundo lleno de imágenes nocturnas, y además ser capaz de que sientas todo aquello que estás soñando? Qué iluso.

Ella teje tus sueños, o cualquiera de sus congéneres.
Ella es una de las esclavas de un dios olvidado, condenada a tejer millones de tapices oníricos hasta saldar su deuda.
Cada día coge un hilo de aquí, otro de allá. Saca de su botella de cristal un pensamiento, de la cajita dorada una sensación, un escalofrío; y lo trenza con la bovina que le apetece, según su humor. Borda retazos de imágenes, lugares perdidos, frases olvidadas. Varía cada día en su rutina de confección, y una vez que ha acabado de coser, corta el hilo que sobra con sus tijeras de plata.
Ella no puede soñar, es parte de su castigo. Pero sí puede existir dentro de un sueño.

Un atardecer, cuando ceñía consternada los hilos que le faltaban, un cabello azabache fue a fundirse con su hilo de bordar negro.

Esa noche, Álex soñó con ella.



Tenía el pelo negro y los ojos grises. Cosía infatigablemente con la ayuda de utensilios pasados de moda. Se repetía en aquel sueño de forma subliminal: sentada en un banco, asomada a una ventana.
Se miraron, se vieron.


Ocho millones de sueños después, quedó libre.

Treinta años más tarde, seguía pensando en los ojos grises.

Eligió regresar.

Una cabezadita en un banco no hace daño a nadie...

... y menos cuando los limbos intertemporales se estrechan con semejante ímpetu.





Se despertó. Los ojos grises.

miércoles, 13 de julio de 2011

There's no time to fly for dead butterflies.

Tic

Tiempo.
De eso me falta.
Suspiro.
Me sobran tantos...
Tiempo.
Se escapa,
se atrinchera en tu espalda
y no vuelve a salir.
Tiempo.
¿Qué es eso?
¿Para qué demonios sirve?
Nos sobra.
Vayamos a China.
Mejor a París.

Tac

Entonces volamos.
Como una mariposa.
Lejos.
Cerca.
A diez centímetros de tu espalda como mucho.
¿Y como poco?
Escala directa a tus labios.
Perfecto.
Me parece bien.
¿No íbamos a volar?
Como una mariposa,
preciosa,
que se posa
y reposa.
¿Y a dónde va?
A París.

lunes, 11 de julio de 2011

Seize.

Hoy hace dieciséis años desde que respiré por primera vez.
Nunca fui una musa. Jamás me rodeó un aura de misterio embriagador ni fue la sutileza mi punto fuerte. Mis ojos no son pozos instigadores ni la curva de mi pecho un lugar de reflexión. Tal vez mis caderas ocupen dos veces la cintura de alguna reconocida de interés turístico popular y puede que con mi estatura me pierdas fácilmente entre la multitud, aunque con mi risa escandalosa me encontrarías en seguida...

Con la gracia que me hace todo, no te enfades si me río, es contigo, no de ti..

Hoy hace dieciséis años desde que respiré por primera vez... No puedo ofrecerte gran cosa, ya lo sabes... de todas formas muchas gracias por estar a mi lado: cuando lo merezco y cuando no, cuando escribo patrañas o cuando las grito. Cuando soy yo y cuando me da miedo serlo...

Muchas gracias por quererme, o por no hacerlo, y por dejar que yo también lo haga.


(: Felicidades.

sábado, 9 de julio de 2011

Miedo a lo absurdo.

Y de repente sintió miedo. Miedo a lo absurdo, miedo a lo imposible.
Ya casi se había acostumbrado a olvidar cosas de golpe, y a no recordarlas tan pronto o a no hacerlo nunca. Cosas tontas, cosas necias.

Pero esto era distinto. Porque olvidar su olor, olvidar cómo olía, no recordar el tacto de su piel ni de su pelo, olvidar el timbre de su voz, la temperatura de su cuerpo, ser incapaz de encontrar el tono de sus ojos en una estúpida paleta de colores...


>>¿No era eso lo que querías?, ¿olvidar?


Será como una vieja melodía en la memoria. Algún día despertará y recordará todo lo que merezca la pena ser recordado...

viernes, 8 de julio de 2011

Libertad.

Libertad se divierte soltando los pájaros enjaulados de sus vecinas y después viéndolos volar. Se escribe poemas a sí misma, porque se cansó de esperar a que alguien lo hicera. Siempre se recoge el pelo con horquillas y se sale al pintarse la raya del ojo.
Libertad nunca llega tarde, porque nadie la espera. Libertad vive sola, toma el café con mucho azucar y se envuelve como una crisálida en una manta de ganchillo que le hizo su abuela.

Libertad ríe o llora, Libertad calla o grita, Libertad ama mucho o no ama nada.

A veces Libertad no puede dormir y se lee cuentos en voz alta hasta que se queda dormida. También mira al cielo, cuando está atardeciendo, y sólo se acuerda del pasado, jamás del futuro.
Libertad quiso ser profesora, pero lo dejó porque le parecía que los niños ya sabían demasiado como para decirles que todo lo creían era mentira.



Libertad se encerró a sí misma.

Y sólo Libertad tiene la llave.

jueves, 7 de julio de 2011

Delirios temerarios.

Quiero besarte. Hace mucho tiempo que quiero hacerlo. Quiero saber qué se siente. Están tan cerca esos labios perfectamente proporcionados que me entra vértigo, menos mal que ya estoy en el suelo. No son absurdamente finos, tampoco demasiado gruesos, son casi perfectos. Digo casi porque hace tiempo que mandé a la perfección a freír esparragos.
Quiero morderte. Y al pensar eso es cuando empiezo a reírme. Y pongo los dedos sobre mi boca dejando que las notas se escapen entre los huecos que dejo con ese gesto tan tonto y que tengo tan calado.
¿He dicho ya que quiero besarte? Y me topo con los dos pozos de miel fresca, y me vuelve a entrar la risa, y te sostengo la mirada, divertida, porque a mí todo me hace gracia, y no sé si sabes lo que estoy pensando...



Quiero besarte, pero aún estoy negociando con la parte que me dice si debo o no. Porque no me gustaría dejar de reír contigo.

miércoles, 6 de julio de 2011

Feliz no cumpleaños.

Medianoche. Llega a su casa. Se quita la blusa y la falda tan corta como su ánimo.
Ni siquiera se molesta en desprenderse del sujetador de salir, se deshace de los pendientes que cuelgan tanto como su rostro y se mete en la cama sin limpiarse el rimmel ni los labios rojos.




Esta noche la soledad pesa demasiado. Esta noche echa de menos a Marco Didio Falco...


...y algo más.

martes, 5 de julio de 2011

Delirios entomológicos.

-Hablas de volar, pero te imaginas siendo un águila: libre, vivo, dueño de sí mismo, no un sucio mosquito. ¿Verdad? ¿Y qué coño importa, entonces? Si los dos vuelan, si ambos tienen alas. Ah, ¿ves? No me mires así, nena. Esto es la vida real y tendrás que hacer lo que se te pide, ¿me oyes?

>>Deja de escribir patrañas, chica. Madura, escribe cosas serias. No te pago para que escribas esta bazofia de adolescente. Esto es algo serio, así que o te adaptas o coges la puerta, ¿ha quedado clarito?

- Lo dejo, dejo esta basura y a ti. Hablo de volar, sí. Y aquí da igual, mosquito o águila, si estamos enjaulados del mismo modo. Mis patrañas son mías, si no las quieres suéltalas, que me las llevo.

>>No quiero nada de alguien que vendió sus sueños por cuatro perras.


Cogió sus cosas y salió sin decir nada. Tenía prisa: sus sueños le esperaban en casa, con Marcos desquiciado y la cocina chamuscada.