lunes, 29 de noviembre de 2010

Delirios de estulticia.

Y así malgasto mi vida, entre tanta estulticia. Creando ilusiones, una realidad ficticia...


Son mis botas marrones, con su compás binario las que me llevan -una vez más- al mismo escenario. A mirar esos ojos celestes, a través de un cristal que tenuemente los oscurece, y a contemplar como su mano -esta vez con un anillo diferente- reposa sobre sus pálidos labios.

Y al son del mismo compás, esta vez más acelerado, cruzo la calle y subo el escalonado.
Me doy la vuelta y veo como el cielo arde, como esos tonos ocres contrastan con el lapislázuli del crepúsculo.

Y justo antes de cruzar el umbral que sepulta mis delirios entre paredes de hormigón, me giro, como todos los días desde hace casi dos años, para verla a ella, inerte, que reposa tranquila en la lejanía, ahora por fin abrigada con su manto de nieve, resguardada entre la bruma invernal.

Y finalmente cruzo la puerta, subo el escalón que me separa del cielo y guardo mis delirios en mi botella de aire.



Y así malgasto mi vida, entre tanta estulticia. Creando ilusiones, una realidad ficticia...

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Delirios de ignorancia.

Y esta es la historia de una niña, que jugaba a ser princesa, con su vestido azul de carnaval y su largo pelo oscuro. Su madre la decía que era Pocahontas... por el tono de su piel -por el que tantas veces la han juzgado, al igual que han hecho con su nombre, algo extraño.

Esta es la historia de esa niña, que dejo de ser princesa, porque nadie se lo recordaba nunca. Se acabaron los disfraces y tuvo que buscarse otro tópico. Quizás el de joven dura e independiente es el que se ve más a menudo, nadie se ha atrevido a mirar qué hay debajo...

Llegó el invierno, y ningún príncipe vino, la tierna muchachita, falta de amor, falta de dicha lo intentó buscar en ideales, -que muchas veces son más profundos que los seres corpóreos- y quizás los libros y las películas tuvieron la culpa de su locura. Entre magos, piratas y dibujos animados de ojos enormes lo buscó, pero no se dignó a aparecer. Entonces se pasó a los villanos, que tienen mucho más gancho, ¿no os parece?

Pero está cansada de vivir una vida que no es la suya, ella no mueve los hilos, ella no decide, ella solo siente y padece. Ella es tan ingenua... y todos lo saben. Tiene tantas aves secuestradas que nadie la tiene en cuenta. Es solamente la amiga de alguien, la que se sienta con alguna en no sé que clase o la de la primera fila de latín. Ella no es nadie, y lo siente todo.

Ella espera, y espera, y no pierde esperanza alguna. Está harta de sucios maleantes, quiere que su príncipe venga a rescatarla y se la lleve lejos, aunque no la saque de su casa, y quiere dejar de ser Nadie, y en realidad, no quiere nada.

Solo quiere que tú no la intentes consolar, pues no puedes.

Solo quiere que él, sea quien sea, esté donde esté, venga rápido a buscarla.

Si le veis, decidle que le espera entre declinaciones y sintaxis, pues ella aguarda, pero sabe que la lista de espera para ser feliz es larga y debe pasar el rato, e intentar -aunque sea en vano- alcanzar alguna expectativa por una vez.


Pero es tan necia y soñadora, que cuando nadie la mire se pondrá una corona, pequeña, tan pequeña como ella, que no destacaría ni aunque llevara luces reflectantes en la cabeza.

Dios, es tan rara, que a todo el mundo harta. Es tan insignificante, que como no os deis cuenta, se va a volver etérea.

y aunque la falléis, una y otra vez, será incapaz de quedarse con vuestros retazos malos, pues los buenos recuerdos bombardearán su mente, y ella no podrá ni querrá extinguirlos.

Y ella solo escribe, porque ya no quiere hablar, solo hacen que demostrarla que no la desean escuchar.


Triste pobre, es tan ingenua...




Feliz entrada número setenta...

martes, 23 de noviembre de 2010

El Príncipe de la Dulce Pena

He visto un castillo de llamativos colores, en un lugar muy lejos de aquí, donde las gentes hablan parecido y a la vez muy extraño.

He subido un camino interminable hasta llegar al palacio, porque al príncipe le gusta estar solo.

Y ya en los dominios del príncipe he seguido subiendo hasta llegar al palacio, que se alza imponente y alegre y melancólico a la vez, al cual he contemplado desde abajo con ojos enormes e incrédulos.

El palacio parece de cuento, el príncipe tiene buen gusto, sin duda, y desde sus muchas torres, se ve el mar, a lo lejos.

Os he hablado del castillo, ahora os hablaré de su dueño.

el Príncipe de la Dulce Pena, es un romántico perdido, de hecho su reino, es la capital del Romanticismo del País de la Extraña Cercanía.

No hace falta decir que es hermoso, todos los príncipes que conozco lo son. Aunque esta vez son dos cristales marrones los que embriagan.

Ama la melancolía, en eso nos parecemos, bastante, es de los pocos que saben disfrutar del placer de estar triste. Y no sé mucho de él, los príncipes no se abren tan facilmente como los comunes mortales, y mucho menos a tristes doncellas.

Aunque hay una cosa curiosa, seguramente nuestro Príncipe nunca haya estado en su reino, y probablemente no sepa que es suyo, pero yo se lo regalo, porque se lo merece.

Y se regalarían muchos más palacios si hubiera más príncipes que regalasen luz y esperanza a ingenuas delirantes. Y entonces el mundo, sería más bonito, pero ya no tendría sentido evadirse, así que mejor lo dejamos como está... para que no todo el mundo sea príncipe, ni vaya enloqueciendo doncellas.


Palacio da Pena, Sintra. Portugal.

viernes, 19 de noviembre de 2010

#

Y siento que después de mucho tiempo, ya no me haces falta.

Quizás solo sea esta vez, quizás sea solo una ilusión pasajera, quizás dentro de un rato te vuelva a echar de menos...

Ojala, nada fuera, y lo fuera todo a la vez.

No pudo ser!

lunes, 15 de noviembre de 2010

Bellezza.

Hablan del príncipe de Hielo, que habita más allá de las montañas, pasado el lago de Cristal, el cual solo puede ser cruzado por el puente de los Suspiros.
Cuentan que es hermoso, pero que su mirada es mortal. Dicen que sus ojos, son tan fríos cómo el hielo, tanto, que abrasan. También dicen que siempre está solo, que es tan gélido como su palacio de Hielo y Cristal, que no puede amar y que se divierte atrayendo doncellas con el sonido que sus afiladas uñas arrancan de las cuerdas de su Arpa. Que es tan hermoso que ciega. Que muchas necias han ido en su busca, atraídas por el misterio y la fascinación, pero ninguna ha llegado a cruzar el puente de los Suspiros, que solo es posible cruzar si realmente lo deseas, y ellas no lo hacían.

Ninguna lo ha atravesado nunca excepto yo. Que he cruzado el puente y he llegado a su palacio. Que he visto sus ojos azules, claros, clarísimos. Sé que si los miras fijamente, sientes que puedes volar. He visto que es tan hermoso que no podrías imaginar nunca a nadie así, ni en tus mejores delirios. He visto cómo sus dedos enfundados en anillos de calaveras se desplazaban por su mágico instrumento de cristal. Me he sentado junto a él en su trono de escarcha y he sentido el calor de su piel.

Sólo una cosa era cierta. Ciega con su mirada. Después de verle a él ya no puedes contemplar a nadie más. La grandeza del mundo se queda pequeña a su lado.


Es el príncipe de Todo, con su princesa de Nada.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Patética.

Patéticos dramas adolescentes...

furtivos llantos en baños de instituto...

Payasa.

martes, 9 de noviembre de 2010

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¿Cómo has osado, hermoso forastero, venir a ocupar todos mis pensamientos?

Quizás solo sea fascinación... la situación lo requiere...

Dios, qué fascinación más atrayente.

lunes, 8 de noviembre de 2010

#

- Es un cielo, es majísimo, es simpático, me quiere y como él no hay muchos...
Solo tiene un fallo...

- ¿Cuál?


- Que no es mi Apolo.

Delirios de añoranza.

Te echo tanto de menos...

Echo tanto de menos a mi amada nostalgia... hoy me he acordado de ella viendo como dos tristes pájaros sobrevolaban el tétrico cielo viejo.

Echo tanto de menos los tiempos felices... cuando todo era más hermoso, aunque el cielo siempre fuera gris... Había música, si hay música hay vida. Todo era más fácil...

Te echo tanto de menos, a ti, que estás leyendo esto desde tu silla, desde tu casa. Que estás ahí perdiendo el tiempo en leer esto, en vez de estar aquí, haciéndome compañía en mi oscura lid.
Podíamos estar hablando de tantas cosas, diciendo tantas otras... o quizás nada.

Echo de menos todo aquello que echaré de menos algún día, a ti, dulce compañero de este amargo viaje, a ti, que me vas a dejar sola entre tanto delirio. A ti, que me vas a empujar a un triste sino que no conozco.

Pero sobretodo, le echo de menos a él. Apolo, ¿dónde estás? Echo de menos su sonrisa torcida, sus dorados rizos, su rostro de ángel. ¡Ay! Cuánto te quise, amor, no lo sabrás nunca... qué todo vaya bien... sé feliz...

Mientras tanto, si no te importa, me quedo aquí, echándote de menos...



Echando todo de menos, cuando todo está de más...

sábado, 6 de noviembre de 2010

Recuerdos que se clavan.

Hoy me he despertado pensando en ti. He visto tus fotos, y una tristeza inmensa ha embargado mi alma.
¿Cómo es posible que me duela tanto todo lo que pudo ser y no fue?
Me he puesto a recordar retazos del pasado, tantísimas ilusiones, esperanzas, deseos, y ni un solo ápice de duda en mi mirada, que te contemplaba y sabía que eras tú lo que yo amaba. Eras toda mi amarga vida.

Amaba. Pretérito imperfecto. Cierto, un pasado que no fue perfecto, un teatro de risas y lágrimas, mientras tu indiferente rostro contemplaba la escena, como si no fuera contigo.

Imperfecto. Todo lo contrario a ti. Apolo, perfecto. ¿Cómo un ser apolíneo iba a fijarse en la mera existencia de alguien como yo? Ilusa. Dotado para las artes, y para las ciencias.

¿Qué hago con este torrente de sentimientos, que luchan por apaciguarse, mientras los recuerdos se clavan en mi alma como espinas envenenadas?, y fui yo misma, la que las ungió de este amargo elixir, fruto de un jardín que floreció sin ti...

Triste, muy triste, ¿no os parece?

No os enamoréis nunca, es lo peor que podéis hacer... aunque, ¿quién sabe?, quizás sea vuestra salvación.



Nunca sabremos todo lo que pudo ser y no fue. Turno de seguir avanzando, y relegarte al plano de un hermoso recuerdo...

viernes, 5 de noviembre de 2010

Remember, remember the 5th of november.

Recuerda, Recuerda... el 5 de noviembre, no veo la demora y siempre es la hora de evocarla sin dilación...


Conspiración, pólvora y traición...

lunes, 1 de noviembre de 2010

Mentiras de seda pulcra.

Y de estas lágrimas derramadas furtivamente, ni una palabra a nadie.

Pinta una sonrisa, ellos verán lo que quieren ver.

Hola. Buenas. ¿Qué tal? Bien.
Já! perfecto;)


No, la hipocresía luce ilesa triunfadora