domingo, 20 de abril de 2014

My only summer

I was in the winter of my life 
and the men I met along the road were my only summer.
                                                               Lana del Rey 

Estaba en el invierno de mi vida. Estuve. Aún parece que volveré a veces. Creía que no habría salida. Que no saldría el sol nunca más para mí. Que el invierno se colaría en mis huesos y los rompería desde dentro. Lloré mi alma muchas noches, hice mucho daño con mi dolor, arranqué plumas a los pájaros de mi cabeza, como si dejar de soñar y aceptar la realidad fuese la cura. Huí en círculos, fruncí el ceño, guardé rabia debajo de la almohada.

Ahora, que siento la primavera soplándome los poros, despeinándome el pelo y revolviéndome las plumas sonrío porque veo el verano. El verano en mi vida con la alegría de quien divisa tierra firme y sabe que pronto el invierno quedará un hemisferio atrás. Y solo ahora soy capaz de verlo. Tuve ráfagas de verano en el invierno de mi vida. Tuve sonrisas solo para mí en días grises y no sé si supe verlas. Tuve a la chica de los rizos de oro esperándome al otro lado de la montaña y cruzándola solo para estar conmigo. Tuve tardes de cantigas y pavanas, de hombretones haciéndome sonreír aunque quisiera llorar. Tuve tardes de té, tuve madrugones con la chica más buena del mundo consolándome y apaciguándome las ideas. Tuve reencuentros con esas personas que no noto que se van porque siempre creo que están conmigo. Tuve días en los que la universidad no parecía tan fría, días en los que Madrid me dejó ser libre sin relojes y días en los que me puso los dientes largos para luego hacerme volver a casa sola. Tuve tardes de evasión en nuestra iglesia, viernes de teatro, findes de Shout y mimos. Sábados de frustraciones y domingos de reconciliación. Tuve miedo, guardé esperanza.

Lo tuve todo, como todos, pero no como lo quería. 



Pero es primavera y llevo un invierno de escarbar semilleros. De coger todas las cosas que merecen la pena y cultivarlas. De idealizar mis sueños y de trabajar muy duro para conseguirlos. Gracias por ser mi único verano. No voy a volver al invierno de mi vida.