Si no podían revolotear libres, soltando ese maravilloso polvo de hadas que le hacía flotar, ¿por qué no se iban definitivamente? Tal vez habían sufrido de catalepsia, y cuando las creía muertas, apagadas para siempre, se convulsionaban con fúnebre alegría, pues eran demasiado cobardes para ser mariposas suicidas, demasiado ingenuas, jamás tendrían el valor de hacerlo.

Y ya las vale, de veras que ya las vale. No sé qué vamos a hacer con ellas... Siempre acaban provocando sonrisas turbadas que no valen nada, que nunca serán nada.
Me encanta. Me gusta mucho el toque que le das a cada mini-relato. Como de aalgo simple, haces una preciosidad.
ResponderEliminarAish muchísimas gracias:) No sabes la ilusión que me hace *-*
ResponderEliminaroh dios mio!me encanta, cuanta razon tienes! eres genial,en serio:D
ResponderEliminarbesoos
oh!erees genial, me sorprendes con cada minirelato que escribes:)
ResponderEliminarun beso