viernes, 25 de marzo de 2011

La edad de la inocencia.

-Dime, papá, ¿cómo era?
Archer se sintió enrojecer bajo la abierta mirada de su hijo.
-Vamos, confiésalo: vosotros fuisteis grandes amigos, ¿no es cierto? ¿Verdad que era increíblemente bonita?
-¿Bonita? No sé. Era diferente.
Ah,ahí tienes! Eso es lo que sucede siempre. ¿No es así? Cuando aparece, es diferente, y no sabes por qué. Es exactamente lo que siento por Fanny.
Su padre retrocedió un paso, y se soltó de su brazo.
-¿Lo que sientes por Fanny? Pero, querido muchacho, ¡así lo espero! Sólo que no veo...
Déjate de cosas, papá, no seas prehistórico! ¿No fue ella... una vez... tu Fanny?
Dallas pertenecía en cuerpo y alma a la nueva generación. Aunque era el primer hijo de Newland y May Archer, jamás había sido posible inculcarle ni la más mínima reserva. "¿Para qué tanto misterio? Sólo consigues que la gente se empeñe en descubrirlo", objetaba cada vez que le imponían discrección.
Pero Archer, mirándole a los ojos, vio el cariño filial bajo su tono burlón.
-¿Mi Fanny...?
-Bueno, la mujer por quien hubieras echado todo por la borda; sólo que no lo hiciste-continuó su sorprendente hijo.
-No lo hice-repitió Archer con cierta solemnidad.
-No: fuiste muy anticuado, mi viejo querido. Pero mamá me dijo...
-¿Tu madre?
-Sí, el día antes de morir. Fue cuando me mandó llamar a mí solo... ¿te acuerdas? Dijo que ella sabía que estábamos seguros contigo, y que siempre sería así, porque una vez, cuando ella te lo pidió, tú renunciaste a lo que más querías.
Archer recibió en silencio la extraña noticia. Sus ojos se fijaron ciegamente en la populosa plaza que el sol iluminaba bajo la ventana. Al cabo de un rato, dijo en voz baja:
-Ella nunca me lo pidió.


La edad de la inocencia, Edith Wharton.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Venga, no te vayas así. Delira un poco :)