domingo, 20 de marzo de 2011

Delirios acabados.

María recogía sus cosas. Oía a su madre gritar desde abajo que se diera prisa y cómo arrancaba el camión de las mudanzas y se iba. Se asomó a la ventana y lo vió marchar y a sus padres meter las últimas cajas en el coche. Y echó un último vistazo a la que había sido su habitación, ahora vacía, como único ornamento una vieja foto colgada de una chincheta en la pared. Y la miró y le vió y le echó de menos por última vez. Le dijo adiós para siempre.
Bajó las escaleras, cerró la puerta y subió al coche. Era fuerte y no miró atrás.


Por ello no vio al chico de la foto venir corriendo, que llegaba tarde a despedirse de ella. Que no se dio cuenta antes de lo mucho que la echaba de menos.

2 comentarios:

Venga, no te vayas así. Delira un poco :)