Volvió a mirar el móvil por tercera vez. Al fin se dio cuenta de la hora 23:22.
Nada. Ni un mensaje, ni una perdida. Se miró al espejo. Sus enormes ojos oscuros le devolvieron la mirada, expectantes. Cogió el delineador y trazó una línea en el párpado inferior. Algo de máscara y rojo en los labios. Se puso aquellas botas olvidadas en el armario y la blusa francesa. Esos leggins negros que marcaban sus curvas y se dejó la vergüenza en un cajón. Cogió la horquilla que reposaba encima del tocho de apuntes de historia escritos con letra pulcra y se la colocó en su precioso pelo largo.
Salió de casa con el mundo en el bolsillo y el Acueducto la sonrió cuando ella le guiñó un ojo.
La noche era suya, la vida es suya.
Es que di lo que quieras, pero eres tú! Y ya se que te gusta que tus personajes sean monos, pero es que eres tú xD
ResponderEliminar(tú = mona)
ResponderEliminaroye, pues ahora que lo dice, pues puede ser ^^
ResponderEliminarademas lleva razón, tú eres monaa