sábado, 12 de marzo de 2011

Ella no era como las demás.

Volvió a mirar el móvil por tercera vez. Al fin se dio cuenta de la hora 23:22.
Nada. Ni un mensaje, ni una perdida. Se miró al espejo. Sus enormes ojos oscuros le devolvieron la mirada, expectantes. Cogió el delineador y trazó una línea en el párpado inferior. Algo de máscara y rojo en los labios. Se puso aquellas botas olvidadas en el armario y la blusa francesa. Esos leggins negros que marcaban sus curvas y se dejó la vergüenza en un cajón. Cogió la horquilla que reposaba encima del tocho de apuntes de historia escritos con letra pulcra y se la colocó en su precioso pelo largo.

Salió de casa con el mundo en el bolsillo y el Acueducto la sonrió cuando ella le guiñó un ojo.



La noche era suya, la vida es suya.

3 comentarios:

  1. Es que di lo que quieras, pero eres tú! Y ya se que te gusta que tus personajes sean monos, pero es que eres tú xD

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  2. oye, pues ahora que lo dice, pues puede ser ^^
    ademas lleva razón, tú eres monaa

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Venga, no te vayas así. Delira un poco :)