Había niños que miraban embelesados los pasteles de nata a través del cristal, pero ella no formaba parte de la sociedad anónima de pequeños que soñaban con el olor a pan recien hecho y bizcochos caseros. A Clara lo que le gustaba era mirar a los mayores. No le interesaban los pasteles -a no ser que fueran de chocolate-. Lo que ella soñaba era ser como ellos, como esas personas que se reunían, reían escandalosamente y se miraban con ojos de fuego. Le fascinaba el modo que tenían de pasar por la vida, como si supieran todo de ella, como si lo que viniera después fuera algo nimio, como si sólo importaran los trajes que se iban a poner para aquellas reuniones privadas, en las que los niños como Clara no debían entrar, aunque alguno se colaba. Y es que Clara era sencilla, transparente, predecible. Falda de flores y ojos marrones, con los que miraba como si no hubiera visto nunca, a través de las ventanas de aquel local prohibido al tumulto de corazones ebrios que buscaba entretener -o yo no sé lo que buscaban- sus cansadas almas de no haber empezado a vivir todavía.
¿Por qué los admiraba? No lo sabía, y se lo había preguntado muchas veces. ¿Era ella distinta? No podía serlo. En apariencia no lo era, ¿por qué entonces no le interesaba boquear delante de los pasteles como a los demás?
Se alejó de aquella sala, deslizando sus manitas por el cristal, y cabizbaja se dirigió a los columpios de cadenas.
Vio a lo lejos un niño con sombrero, jugando con algo invisible. Y deseó, deseó con todas sus fuerzas, mucho más de lo que deseaba ser una de ellos, que ese niño que jugaba solo fuera real. Y hubiera soplado todos los dientes de león del mundo por que ese niño existiera y le hiciera algo de compañía en aquella absurda realidad.
Me encanta. Chulísimo.
ResponderEliminarAunque Clara me da un poco de penina. A veces todos hemos sido un poco como ella. Si lo pienso llevo toda mi vida queriendo ser mayor. Y ahora que soy "mayor", quiero ser todavía mayor (trabajar, tener una familia, bla bla bla), en vez de vivir en el bonito presente de cada edad.
Sí, pasa muy a menudo y es una tontería si lo piensas. Pero en fin... el caso siempre es quejarse, jeje
ResponderEliminarQue boniiiiiiiito! Me gusta mucho! Y estoy de acuerdo con los comentarios anteriores!
ResponderEliminarvaya, me encanta, eres genial, tu blog es genial:D
ResponderEliminarestoy de acuerdo, todos queremos ser mas mayores de lo que somos,pero cuando eres lo suficientementte mayoor te das cuenta de lo que te pierdes, por eso ahay que vivir la vida sin querer tener uno,dos,tres años maas ;)
ME REQUETEENCANTA, EN SERIOO:DDDD
besoos
guaaau! PRECIOSO!
ResponderEliminarnunca me cansaré de leer tus relatos, son geniales!
yo también estoy de acuerdo con todos los comentarios anteriores, cuando uno es pequeño quiere ser mayor pero luego, muchas veces, ocurre lo contrario