Se escondían las palabras, se acababan las ideas, se hartaba del asqueroso pretérito imperfecto que usaba siempre en un desesperado intento de alejar todo lo circundante. Eran las mismas palabras, a veces en diferente orden, pero al fin y al cabo siempre diciendo lo mismo.
Ilusión. Un derroche infinito y estúpido de ella. Un carrusel de imágenes desenfocadas y unos ojos extasiados buscando nada entre la multitud. Y es que el vodka no acrecienta mis ideas y el sudor que desprende mi lengua al soltar todas las blasfemias me produce un escalofrío de falacias y sonrisas falsas que seduce mi espinazo.
Una última cosa, ¿qué te has traido? ¿La botella de las lágrimas o la de las sonrisas?
Y no, no quiero que las mezclemos si no me besas primero.
Serás idiota, nena.
jejej, siempre chulas las entradas...
ResponderEliminarMe encanta el revés que siempre le das con la última frase... =)
Estoy muy de acuerdo con Irene! Muy bonita Señorita B^^
ResponderEliminar