Su subconsciente perfilaba imágenes de sí misma llevando acabo una ingesta masiva de cualquier tipo de sustancia dulce que acallara por instantes los rugidos de los nervios despotricando, tanto en su cabeza como en sus arterias.
Y es que era cuestión de complicarse la existencia, levantándose cada día con un tono insalubre y volviéndose hipocondriaca con pseudo dolores cerebrales, sorbiendo poco a poco la soledad para después acusarse de sobredosis de la misma con ráfagas simultáneas de llantinas y lloreras de nostalgia estúpida y completamente fuera de lugar mezclada con la incapacidad para aprenderse los apuntes escritos con letra aplastada y para respirar cuando no hay pausas en un texto.
Creo que los recuerdos se agolpan en mi mente debido a la incapacidad para crear nuevos que puedan reemplazarlos en la lista de momentos felices más próximos al ayer de mañana y es que ni los discursos de la profe de lengua bastan para desconvencerme de que haga lo que haga no será suficiente.
Ya no sé si soy tonta por naturaleza o es que entreno para ello.
Un aplauso, si es que el temblor de pulso me permite darlo.
Encima no termina de venir el buen tiempo.
Los exámenes no son buenos...
ResponderEliminarSi algún día soy ministra de sanidad o algo así, los prohibiré. Se acabó.
Siempre tengo la misma excusa: la institución libre de enseñanza era lo mejorcísimo de la época y no tenían exámenes... ea.
¡¡¡Ánimo!!! Y estoy con tu profe de lengua...
Luego está mi consuelo eterno: siempre me quedará septiembre... jajaja ;)
Gracias! De momento van bien... xD Oh septiembre, amargando existencias desde que se instauró, bueno, sería peor si no estuviera.
ResponderEliminarY si nos quitaran los exámenes igual los echábamos de menos... jaja (no creo xD)
Pero Irene, tú no te quejes, que eres de esas que si piensan que no van a sacar un diez no se presentan al examen.
ResponderEliminarBerta, reflexiona antes de escribir estas cosas. Si te quitamos las matemáticas, tu media es de 9,5. Yo sí que soy incapaz de aprenderme cosas de memoria, no se me da bien. Yo tengo que reflexionarlas, pero tú tiene una memoria prodigiosa.