sábado, 9 de abril de 2011

Medusa.

Solía ir cabizbaja, mirando al suelo, y a veces se escudaba detrás de unas gafas de sol de espejo. Arrastraba los pies y andaba encorvada. A menudo pensaban que los ignoraba porque no los miraba mientras hablaban, pero no era así, simplemente no le gustaba que alguien pudiera acceder a ella a través del portal de sus ojos.

Mírame a los ojos..., retumbaba en su cabeza el eco lejano de la frase trazada. Y lo hizo. Y cuando sus ojos vieron apartar la mirada opuesta, se alegró en lo más profundo de su alma de que sus cristales marrones removieran conciencias y que el lignito forjado desbaratara todos aquellos ultrajes, y le hubiera gustado ser la gorgona Medusa, para sonreír tétricamente mientras ellos quedaban petrificados.


Pero, supongo que mis personajes son planos. Y no, sus ojos no petrificarán nunca ni se alegrarían si pudieran hacerlo.

2 comentarios:

  1. Gracias, supongo. Son asimétricos y les salen derrames después de andar con el orde xD (son unos nenazas)

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Venga, no te vayas así. Delira un poco :)