Me da el sol en la cara pero no intento moverme, para que no descubras que ya estoy despierta y pares de tocar. Cierro de nuevo los ojos y me voy enamorando poco a poco de cada acorde que consigues hacer que suspire la guitarra que se cansó de mis manos.
Pero no puedo. No puedo aguantar la risa y acabas descubriéndome. Te acercas, me das un beso y los buenos días. Y te tumbas a mi lado en esta cama que sólo vive para acunarnos. Y sé que existe algo ahí fuera a lo que llaman tiempo, que usa la gente que no somos nosotros, pero que entre estas cuatro paredes no se atreve a asomarse porque a nosotros con el aire nos basta.
Vuelves a coger la guitarra y siento celos de que acaricies otras curvas que no sean las mías. Pero no puedo hacer más que mirar cómo mueves los dedos tan despacio y de una forma tan extraña y lejana para mí... De vez en cuando me miras y te ríes, porque la << o >>
Y mientras yo me río de estas invenciones mías que huelen a tu colonia y a café y que se proyectan en mi mente en blanco y negro, me río por no llorar, porque
abro los ojos y tú no estás. Los almendros bailan ahí fuera. Todo es precioso, pero tú no estás. Y cómo me gustaría que estuvieras aquí...
Aysssssss, pero qué preciosísimooooooo juuuuup
ResponderEliminarMuchas gracias, Irene^^ A mí me parece un poco ñoña y tal... pero bueno.. jaja^^
EliminarAYYYYYYYYY YO SÉ A QUIEN VA DEDICADOO JEJE CÓMO ESCRIBEEESSS TÍOOOOO, ME ENCAAAAAAAANTA.
ResponderEliminares lindo saber que por toda la tierra se expande el don de la palabra :)
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