viernes, 30 de diciembre de 2011

Narcisismo.

Lo prometí. Prometí que te querría. Pero ya no te lo prometo más.

Mis promesas se tiñeron con el mismo veneno del que se impregnaban tus falacias. Arrancaste hasta la última pluma de las alas que un día coronaron mi inocencia, llevando con sus raíces todo rastro de bondad y sembrando un reguero de miseria y soledad.
Y ahora vuelves, edulcorando versos para otras, satirizando estrofas, tatuando amaneceres en otras camas.
Paseando tus delirios, filosofando dogmas que nunca creíste, arañando tópicos que en mí jamás viste.
Y yo, condenada a contemplar este sucio espejo, añorando retazos de tiempo que sólo ocurrieron en mi mente, contando defectos al estoico rostro que me devuelve la mirada indiferente desde el otro lado, que aprieta los labios mientras intenta desentumecer su alma.



Tú, convertido en un Lord Henry anacrónico, me enseñaste a adorar la belleza. Me enseñaste a creer en ella. Para después escupirme a la cara que eso ya no era lo más importante. Que ya no me servía de nada ser bella.

4 comentarios:

  1. Muchas gracias por tu comentario y gracias por esperar algo bueno de mí. Tendré que ir mejorando mis textos y la apariencia de mi blog poco a poco.
    Sólo por la cita de Shakespeare y ese gatito ya me tienes ganada.

    ¡Feliz año! :)

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Venga, no te vayas así. Delira un poco :)