Vaga por los rincones de una Praga virulenta y oscura, sin pensar en qué puede salir a su encuentro, pues sea lo que sea se entregará a ello.
No importa cómo sea, no importa lo que sea, no importa lo mal que lo interprete. Si le tiende los brazos, será suya. Si le susurra al oído, será suya. Con un sucio beso, será suya. Si le promete un billete al cielo, será suya. Si le habla de Holanda y sus confines será suya.
Y se congela su alma de frío y pena por los oscuros puentes donde rondan los enamorados, y se pudre de asco su corazón hastiado y descolorido, y se entumecen sus manos y su sonrisa ante la sensación de vacío que cala sus huesos.
Huyendo de la soledad, se entregó a ella. Huyendo de unas palabras vacuas se entregó a sus miedos. Se convirtió en sus temores, se tejió sus propias trampas. Resonando augurios crueles en su mente desamueblada se hizo caer a sí misma una y otra vez.
Se deshizo de lo bueno que quedaba en ella, se marchitó a sí misma en brazos tatuados, en camas vacías, en sábanas sucias. Se perforó el cuerpo cuanto pudo, leyó todo aquello que jamás pudo soportar. Se corrompió entre opio y perfume barato.
Y sobre todo, creyó que lo hacía para huir del destino. Pero no hizo más que buscarlo.
Berta, de verdad, no te lo tienes que tomar en serio, sabes que es una tontería, se contradice a ello mismo. Una vez mi padre me leyó las cartas y me dijo que acabaría sola, pero yo no me rindo, sigo creyendo que algún día conseguiré lo que quiero aunque las cartas hayan dicho lo contrario
ResponderEliminarPerfecto para este casual día en este momento del día.
ResponderEliminarWow, me quedo alucinada de lo extraordinariamente bien que escribes. Ojalá yo un día pueda llegar a ser tan buena. Por ahora, hago mis pinitos en mi blog, pásate si quieres :)
ResponderEliminarhttp://the-old-typewriter.blogspot.com/