sábado, 9 de julio de 2011

Miedo a lo absurdo.

Y de repente sintió miedo. Miedo a lo absurdo, miedo a lo imposible.
Ya casi se había acostumbrado a olvidar cosas de golpe, y a no recordarlas tan pronto o a no hacerlo nunca. Cosas tontas, cosas necias.

Pero esto era distinto. Porque olvidar su olor, olvidar cómo olía, no recordar el tacto de su piel ni de su pelo, olvidar el timbre de su voz, la temperatura de su cuerpo, ser incapaz de encontrar el tono de sus ojos en una estúpida paleta de colores...


>>¿No era eso lo que querías?, ¿olvidar?


Será como una vieja melodía en la memoria. Algún día despertará y recordará todo lo que merezca la pena ser recordado...

2 comentarios:

  1. Ays... y cuando el recuerdo venga de golpe, será mucho más intenso que la realidad... =)

    El olfato es el sentido que tiene mayor capacidad de evocar (médicamente hablando)... Yo creo que como encuentre algún olor parecido, desatará pronto la melodía =)

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  2. Jaja, será guay entonces:) Pero al final siempre hay algún detonante, todo está ahí dentro, jaja.

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Venga, no te vayas así. Delira un poco :)