¿Alguna vez has concebido la estúpida idea de que tu mente es tan inteligente como para crear un mundo lleno de imágenes nocturnas, y además ser capaz de que sientas todo aquello que estás soñando? Qué iluso.
Ella teje tus sueños, o cualquiera de sus congéneres.
Ella es una de las esclavas de un dios olvidado, condenada a tejer millones de tapices oníricos hasta saldar su deuda.
Cada día coge un hilo de aquí, otro de allá. Saca de su botella de cristal un pensamiento, de la cajita dorada una sensación, un escalofrío; y lo trenza con la bovina que le apetece, según su humor. Borda retazos de imágenes, lugares perdidos, frases olvidadas. Varía cada día en su rutina de confección, y una vez que ha acabado de coser, corta el hilo que sobra con sus tijeras de plata.
Ella no puede soñar, es parte de su castigo. Pero sí puede existir dentro de un sueño.
Un atardecer, cuando ceñía consternada los hilos que le faltaban, un cabello azabache fue a fundirse con su hilo de bordar negro.
Esa noche, Álex soñó con ella.
Tenía el pelo negro y los ojos grises. Cosía infatigablemente con la ayuda de utensilios pasados de moda. Se repetía en aquel sueño de forma subliminal: sentada en un banco, asomada a una ventana.
Se miraron, se vieron.
Ocho millones de sueños después, quedó libre.
Treinta años más tarde, seguía pensando en los ojos grises.
Eligió regresar.
Una cabezadita en un banco no hace daño a nadie...
... y menos cuando los limbos intertemporales se estrechan con semejante ímpetu.
Se despertó. Los ojos grises.
wwwwwaaaaaoooooohhhhhhhh ÁLEX♥
ResponderEliminar=) Menos maaaaaaaaaaaal!!!! Se te echaba de menos, pero vuelves a lo grande!!! =)
ResponderEliminarNatali, si es que de verdad, siempre pensando en lo mismo... jaja^^
ResponderEliminarSí, Irene, aquí estoy! Espero no volver a irme por tanto tiempo, jaja, ha sido muy duro, aunque no lo parezca...
Besos a las dos^^
Ay! me encantaaaaaaaaa!♥
ResponderEliminarPD: siento que el comentario llegue tan tarde