Observa el anillo erguido en su dedo anular, mientras lo toma con cuidado y lo sostiene entre escalofríos de vértigo. Le inunda esa sensación. Esa. La de saber súbitamente que estás en el sitio adecuado. Que todos esos sitios en los que alguna vez no has encajado están de más. Y tiene miedo, pero se le pasará rápido. Miedo a que para ella no sea tan especial. Que su huella no sea tan profunda como la que hay grabada en el anillo y que ya lleva grabada dentro. Se contorsionan sus pensamientos como volutas de humo y le invade esa sensación de felicidad al pensar en todas las combinaciones que podrían haber sucedido en este universo. Qué hubiera pasado si no hubiese hecho tal cosa en no sé qué momento. Si sería igual de feliz o sería imposible igualarlo. Y sonríe con lágrimas a punto de saltar de sus ojos, mientras da gracias por estar aquí y no en cualquier otro sitio.
¿Que por qué un infinito? Porque ahora, aquí, sin importar lo que pase, es eterno. Y, ¿sabes por qué no es triste ese 'lo que pase'?
Porque podemos hacerlo infinito si tú quieres. Podemos hacer que sea eterno. Ya sabes que a veces se puede concentrar la eternidad en un suspiro.
...and beyond.
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Venga, no te vayas así. Delira un poco :)