jueves, 5 de enero de 2012

Delirios miméticos.

Ella fue la única que consiguió decir en voz baja todo aquello que otros solo saben decir gritando.

Con cada palabra que decía remendaba los agujeros que un día yo infringí en su alma a la vez que abría con puntadas la mía. Me soltó todo aquello que nadie fue capaz de decirme.
Me recordó que la vida era otra cosa. Que yo era uno de esos amantes cobardes que temen a los amores imposibles de los que siempre renegué.

Sin necesidad de un espejo, me hizo ver que la hipocresía que tanto decía odiar, también se encontraba entre los pliegues de mi ropa, de mi piel. Yo no la creí. Al menos intenté no creerla.
Pero bien sabe ese dios al que aborrezco que tenía razón. Que yo no era más que otro fraude... y ella, bueno..., ni se molestó en decirme qué era ella en todo esto.



-Algún día escribirás esto.- le dijo el hada al caballero poeta, a lo que éste ni siquiera se dignó a contestar. -Algún día cuando aprendas que esas palabras vacías que escribes significan algo aunque tú no lo sepas.

3 comentarios:

  1. Está genial, de verdad, me encanta :)

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  2. ¡Hola! Te lo pongo aquí porque no tengo otro modo de decírtelo, haha :'D
    Premio a un blog genial :')
    http://exclusive-pulsoacelerado.blogspot.com/2012/01/premio-un-blog-genial.html

    Un besito!

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  3. Muchas gracias!!

    Ay, qué ilusión por el premio!!! :DDD Ahora lo pongo aquí, que no he tendio tiempo antes:)

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Venga, no te vayas así. Delira un poco :)