Suenan en mi cabeza ocho mil estrofas de canciones, y algún que otro verso de Bécquer. Suele pasarme cuando estoy triste, y sé que eso no es raro. He de confesar que muchas veces estoy triste porque tengo sueño, porque la vida se presenta complicada y no puedo dormir sin soñar con nada. Otras veces estoy triste porque he de estarlo. Como hoy. Y noto cómo se me hinchan las costillas y se queda vacío el corazón. De repente grande, como un zapato que no calza bien.
Hoy estoy triste, y fíjate si lo estaré que hasta mi madre se ha dado cuenta de que he estado llorando. Le he dicho que es sueño y frío. Parece que ha colado. Pero el asunto es serio, muy serio si nos ponemos trágicos con motivo de aligerar carga dramática. Estoy triste porque mis propios fracasos vuelven a tirarme piedras desde un espacio-tiempo lejano y relativo. Vuelven a decirme las mismas palabras, esas que ya suenan tan típicas, esos 'ojalás' plagados de nexos adversativos y átomos de invierno.
Estoy triste porque te quiero. Y porque sé que me quieres y que también quieres quererme. Y estoy triste porque a lo mejor te has creído eso de que existen amores imposibles, cosas que no funcionan, corazones rotos que no tienen solución. Y necesito decirte que es todo mentira. Que si me quieres te arreglo el mundo en un momento. Que no hay historias imposibles, ni sueños irrealizables, ni personas inalcanzables. Que no. Que eso se lo inventan los que tienen miedo de salir ahí fuera a vivir su vida.
Y yo tengo miedo, no creas que no. He hecho el cálculo. Hay un millón de posibilidades contra una de que estoy se vaya a la mierda. Pero, ¿sabes qué?, estoy triste porque por ti no puedo dejar de ser fuerte. Porque por ti no puedo alejarme de todo y vivir debajo de una piedra. Porque a ti no puedo dejarte marchar porque sí. Porque dicen que si esperas resultados distintos necesitas hacer algo distinto. Tú eres distinta. Eres la única persona por la que valdría la pena luchar, la única por la que lo haría.
Estoy triste porque no puedo imaginarme la vida sin ti. Porque te quiero más que a nada en este mundo de mierda. Y estoy triste porque me da igual si no me quieres como yo quiero que me quieras. Porque prefiero una mitad tuya a el todo de cualquier otro.
Estoy triste porque te voy a convencer. Te voy a convencer de que vale la pena estar conmigo. Que soy más simpática de lo que parece, que tampoco escribo chorradas tan grandes. Que desafino adorablemente, que soy pesada porque me gusta verte suspirar, que hablo como si fuese retrasada porque me gusta cómo te ríes. Te voy a convencer de que te quedes conmigo. Sin exagerar, sin tonterías. Te quiero con todo mi ser, si te vale.
Te voy a convencer, cueste lo que cueste. Y si no lo consigo, será lo último que haga. Porque la vida sin ti no es vida. Intenta quererme un poco, ¿vale?
Everytime I close my eyes
It's like a dark paradise
No one compares to you
I'm scared that you won't be waiting on the other side...
Yo deliro, renazco en cada palabra expresada, vuelo soy aire que se posa en mi propia tristeza, lloro, lloro por que se que después las sonrisas sabrán mejor, por que sin dolor el placer es solo otra estulticia en esta vida y rió a carcajadas, por que te quiero y agradezco tus palabra :) Felicidades lo has vuelto a hacer!
ResponderEliminar-Cloudman-
Tu estas triste y el texto en cierto modo es triste, pero es de las cosas más bonitas que he leido y lo de verdad. Un beso y suerte.
ResponderEliminarMe encanta la imagen de "un zapato que no calza bien", por no hablar de "los átomos de invierno" y de algunas otras que no recuerdo...
ResponderEliminarNo te rindas. Hay algo que suelo decir mucho, y es que si la gente dice que el amor es un fracaso... Es porque ellos son un fracaso en el amor.