lunes, 26 de noviembre de 2012

Dark paradise.

Suenan en mi cabeza ocho mil estrofas de canciones, y algún que otro verso de Bécquer. Suele pasarme cuando estoy triste, y sé que eso no es raro. He de confesar que muchas veces estoy triste porque tengo sueño, porque la vida se presenta complicada y no puedo dormir sin soñar con nada. Otras veces estoy triste porque he de estarlo. Como hoy. Y noto cómo se me hinchan las costillas y se queda vacío el corazón. De repente grande, como un zapato que no calza bien.

Hoy estoy triste, y fíjate si lo estaré que hasta mi madre se ha dado cuenta de que he estado llorando. Le he dicho que es sueño y frío. Parece que ha colado. Pero el asunto es serio, muy serio si nos ponemos trágicos con motivo de aligerar carga dramática. Estoy triste porque mis propios fracasos vuelven a tirarme piedras desde un espacio-tiempo lejano y relativo. Vuelven a decirme las mismas palabras, esas que ya suenan tan típicas, esos 'ojalás' plagados de nexos adversativos y átomos de invierno.

Estoy triste porque te quiero. Y porque sé que me quieres y que también quieres quererme. Y estoy triste porque a lo mejor te has creído eso de que existen amores imposibles, cosas que no funcionan, corazones rotos que no tienen solución. Y necesito decirte que es todo mentira. Que si me quieres te arreglo el mundo en un momento. Que no hay historias imposibles, ni sueños irrealizables, ni personas inalcanzables. Que no. Que eso se lo inventan los que tienen miedo de salir ahí fuera a vivir su vida.
Y yo tengo miedo, no creas que no. He hecho el cálculo. Hay un millón de posibilidades contra una de que estoy se vaya a la mierda. Pero, ¿sabes qué?, estoy triste porque por ti no puedo dejar de ser fuerte. Porque por ti no puedo alejarme de todo y vivir debajo de una piedra. Porque a ti no puedo dejarte marchar porque sí. Porque dicen que si esperas resultados distintos necesitas hacer algo distinto. Tú eres distinta. Eres la única persona por la que valdría la pena luchar, la única por la que lo haría.

Estoy triste porque no puedo imaginarme la vida sin ti. Porque te quiero más que a nada en este mundo de mierda. Y estoy triste porque me da igual si no me quieres como yo quiero que me quieras. Porque prefiero una mitad tuya a el todo de cualquier otro.

Estoy triste porque te voy a convencer. Te voy a convencer de que vale la pena estar conmigo. Que soy más simpática de lo que parece, que tampoco escribo chorradas tan grandes. Que desafino adorablemente, que soy pesada porque me gusta verte suspirar, que hablo como si fuese retrasada porque me gusta cómo te ríes. Te voy a convencer de que te quedes conmigo. Sin exagerar, sin tonterías. Te quiero con todo mi ser, si te vale.


Te voy a convencer, cueste lo que cueste. Y si no lo consigo, será lo último que haga. Porque la vida sin ti no es vida.  Intenta quererme un poco, ¿vale?

Everytime I close my eyes
It's like a dark paradise
No one compares to you
I'm scared that you won't be waiting on the other side...


sábado, 10 de noviembre de 2012

Platónico

Tengo morriña de viernes. Esa que aparece cuando me pierdo. Los viernes por la noche, por ejemplo. Ese momento en el que tú tienes sueño y estás más cerca del mundo de las ideas que de mí. Me entra morriña, no sé muy bien de qué. Tal vez de perderme para después encontrarme. Te escribo a ti, como siempre, porque ahora he descubierto que además de estrella, princesa y mi heroína favorita; eres también el ejemplar de tu propia idea.

 Tengo morriña un viernes por la noche y te escribo porque no sé dirigirme a otra persona. Porque eres lo más cercano que hay en dos millas a la redonda. Porque mi jaula de cristal tiene muros a prueba de balas, construidos por los que estáis fuera. Porque los viernes por la noche me siento etérea, me siento lejos. Lejana. Y sólo con sueño soy capaz de soñar algo que después no recuerde.

Pero hoy, día de morriña tengo una buena noticia. Por fin. Y es que creo que ya sé a dónde voy. Qué es lo que hago yo aquí parada en medio de tanta gente en movimiento. Creo que ya soy capaz de saldar la deuda de besos imaginarios, aunque, qué quieres que te diga, no puedo evitar que me pierda el que me agarre por la cintura mientras tú estás lejos...

Sea como sea, he vuelto. He vuelto y soy tuya, soy mía. Tu parte siempre estuvo clara en todo este embrollo. Sigue conmigo, no dejes que me vuelva a ir ahora que ya me he encontrado...



y he terminado de entender a Platón.



...is it by mistake or design?
I feel so alone on a friday night
can you make it feel like home
if I tell you you´re mine?