miércoles, 27 de junio de 2012

I got chills...

Será que una vez más no sé cómo decirte esto y te lo escribo. Será que me da miedo y aspiro a que lo leas; pero ahí voy yo, dando tumbos a la vez que zancadas en esta noche soporífera. Será que aún estoy respirando nervios y todavía tengo pegado este estúpido acento, será que mañana al despertar ya no me atreveré a escribirlo.

Ahí estoy yo, con todo ese sudor estrechando mi cuerpo, con tu olor para el que no encuentro adjetivos gritando en mi nariz. Y ahí, detrás de esta barrera imponente estás tú. Tal vez esa barrera de dos pasos y media pulgada no exista. A lo mejor tú también quieres alargar el brazo y acariciarme. Ojalá.

No sé qué voy a hacer cuando todo esto acabe, cuando ese olor que sueña mi cerebro entre las bocanadas de aire se disipe. No tengo nada más pensado para el resto de mi vida. No sé si serás algo más que un sueño de verano que lleva siendo soñado desde el invierno, si esto servirá para algo más que para dejarme dormir tranquila.




Sólo quería que supieras que muero cada vez que se queda ese olor tuyo impregnado entre las fibras de mi ropa.

1 comentario:

  1. Sé lo que dices al morir por un olor, y es una sensación de lo más extraña...

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Venga, no te vayas así. Delira un poco :)