jueves, 1 de septiembre de 2011

The shadow in the background of the morgue.

La euforia que embriagaba mi alma aquella noche y la llenaba de gozo al mismo tiempo la destruía por completo. Toda la Insquisición hubiera podido recaer sobre mí de haber sabido lo que estaba aconteciendo en mi humilde morada. Pero cuando estuviera terminada, desafiando los límites de la vida y la muerte, mi ángel, mi preciado ser, máquina perfecta de relojería... Nadie lo descubriría, ¡jamás!

Cierto es, que el viaje hasta la morgue fue bastante desagradable, por eso procuré que mi estancia allí transcurriera en el lapso de tiempo más corto posible. Opté por seleccionar dos piezas, bastante recientes, la una era rubia, la muerte aún no había hecho mella en la belleza de su rostro. Era bella, no tanto como mi Elizabeth, pero por algo había que empezar... La segunda era morena, pero muy a mi pesar, en ella sí había estragos de su horrible final.

Mas nada más importa ahora que ya estamos aquí, en la última fase de mi genial trabajo. Después de meses perdido entre engranajes y tuercas, mi amada Elizabeth volverá a la vida, de un modo más brillante que antes y mucho más duradero.

No soy un vanidoso, jamás lo he sido, pero admirar la tersa piel que recubre el ser, fruto de mi creación, al que ilusos e imbéciles denominarían como autómata, sin saber que ese término queda a años luz de mi criatura adorada, me produce una gran satisfacción, a la vez que un profundo horror.


Dios mío. ¿Qué he hecho?

2 comentarios:

  1. Estremecedorrrrr. Molaaa

    ¿Cuándo vas a escribir una novelilla? =)

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  2. Puff, qué difícil, jaja. Cuando tenga alguna idea que merezca la pena ser escrita y desarrollada, digo yo... jaja^^
    Besos^^

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Venga, no te vayas así. Delira un poco :)