Delirios angelicales.

Y solo podré abrir las alas, saltando desde un precipicio...

Vuelos forzosos... quizás la única salida para aprender a volar sea la necesidad de hacerlo.

Un mal día...

Un mal día es un mal día...

Mañana se olvida, o tal vez no. Se acaban las razones, ¿vivir para el arrastre? No merece la pena.

Nunca te querrá el que tu amas, nunca cumplirás tus objetivos y eso es culpa tuya, que solo haces que soñar. ¿Y en qué quieres que me centre? se acaban los motivos para seguir.


Se están agotando...





Tic tac, tic tac...

Me ineptum.

Veces en las que las lágrimas desbordan, veces en las que las lágrimas no acuden...

Amamos a quien nos ignora, ignoramos a quién nos ama.

Herimos a quien nos quiere, queremos a quien nos hiere.


Me ineptum.

Lacrimae.

Y una vez más, las lágrimas no sirven de nada...

Hombre de metal.

El único que consigue arañar mi hielo.

El único.

Indiferencia... y pocas, poquísimas ganas de sufrir.

El ladrón de sueños.

No, yo jamás renunciaré a vivir lo que soñé...

Cómo te puedo amar, si viniste a robarme los sueños.

Toda su vida le entregó, su cuerpo, su alma, su voz, para llegar a ver cómo es el sueño.

Dicen que nada consiguió, que alguien se lo robó y jamás logro llegar a verlo.





Avalanch.