¿Recuerdas que decías que preferías el original yo te decía que no sabía?
Cómo cambien las cosas... cambian tanto y tan deprisa que no percibes el proceso, te das cuenta cuando tu mundo está patas arriba. Cuando las cosas del día a día ya no son iguales, cuando en tus decisiones ya no miras solo por ti.
Quizás no te fijas en un primer momento en alguien que lleva ahí un rato y un día ese alguien se convierte en el centro de tu vida, de tus pensamientos, de todo.
Já! me río de la gente que menosprecia a los que queremos y aparentemente no somos correspondidos. Que les parece una pérdida de tiempo pensar en alguien que según ellos nunca se fijará en nosotros.
¿Y qué más da?
Tú quiere, solamente quiere, no pienses en que te quieran porque si no te vas a llevar muchas desilusiones cuando lo otra persona no haga lo que esperas.
Y para todos aquellos ignorantes, no sabéis lo que es levantarse cada mañana por algo, con lo ilusión de verle a él. No sabéis lo que se siente cuando esa persona, quizás por error, te regala una mirada, te hace sentir la persona más feliz del mundo. Cuando te miras al espejo y ves que tus ojos brillan. Cuando te ríes o lloras sin razón aparente. Cuando a veces darías abrazos a todo o el mundo, u otras les darías collejas con las dos manos.
Cuando le ves sonreír, y el Sol brilla más aún, con sus rayos del mismo color de su pelo.
Cuando te pegarías con el viento por acariciarle cada día. Cuando eres tan feliz que vas sonriendo y cantando por la calle o cuando te sientes tan miserable que las ratas parecen superiores a ti. Cuando darías todo por practicamente nada. Cuando das gracias por estar aquí y no en cualquier otra parte. Cuando le miras a los ojos y piensas ¿por qué justo mira aquí?... ''mirarte no es una proposición me dijeron'', cierto, pero si intentara explicártelo no lo entenderías nunca.
Cuando pierdes muchísimas cosas por el camino, cuando sin querer fastidias a los demás recordándoles todos los días lo guapo que es o cuando pagas tu mal humor con cualquiera. Cuando dejan de interesarte muchas cosas y solo te importan otras pocas. Cuando todo te recuerda a él: una canción, una guitarra, un abrigo rojo...
Cuando aprendes a querer cada cosa nueva que descubres sobre él. Cuando vas de excursión a la biblioteca a ver qué tienen que sepas que él tenga o le guste. Cuando te importa una mierda lo que los demás piensan de él porque a ti te gusta tal y como es, sin importarte nada, cuando a sabiendas de que no es recíproco dejarías cualquier cosa en sus manos, aún corriendo el riesgo de que destruya todo lo que has construido.
Y no lo dudo, ni un solo momento, por muy mal que lo haya pasado o que lo vaya a pasar (lo cual es muy probable)...
Merece la pena